Si hay algo que perdemos una vez empezamos a padecer enfermedades autoinmunes como el Hashimoto o cualquier otra, es nuestra confianza y seguridad en lo que somos capaces de lograr como mujeres.

Los síntomas como la fatiga, la niebla mental, los dolores y los problemas de peso pueden hacerte sentir que has perdido el control de tu vida y tu autoconcepto se derrumba por completo.

Lo peor es que esas dudas NO se quedan solo en tu cuerpo, sino que se convierten en creencias que te roban tu seguridad y se vuelven parte de ti de manera errónea.

Afectando nuestra autoestima, nuestros planes a futuro, la capacidad y poder que tenemos como mujeres, los sueños que decidimos o no llevar a cabo.